Me llamo Andrea Yacavilca, y soy parte del equipo de Movilidad Internacional en Nexes Interculturals.
Comencé mis estudios en Biología en Perú. Pero fue en los trabajos de campo, al convivir con comunidades locales, donde empecé a hacerme una pregunta clave: ¿Qué impacto real tiene este conocimiento técnico en la vida cotidiana de las personas, sobre todo en contextos donde las necesidades son tan urgentes como diversas?
Esa inquietud me llevó a mirar más allá del enfoque técnico. Me acerqué al trabajo comunitario y al aprendizaje colectivo. Desde entonces, comencé a construir mi vida asociativa participando activamente en proyectos de educación, medio ambiente y salud.
Esta experiencia no solo me permitió conectar con otras realidades y formas de pensar, sino también me ayudó a descubrir capacidades propias que hasta entonces no sabía que tenía.
Con el deseo de continuar en este camino, en Barcelona, sumé a mi formación un máster en Globalización, Desarrollo y Cooperación. Esta experiencia me permitió no sólo aprender a gestionar proyectos, sino a hacerlo desde una perspectiva profundamente humana. Incorporé enfoques de derechos humanos, interculturalidad y perspectiva de género, herramientas fundamentales para que cualquier intervención social sea realmente transformadora. Entendí que el desarrollo no se trata solo de cifras o indicadores, sino también de justicia, inclusión, equidad y respeto por las culturas y el medio ambiente.
Hoy, en Nexes, acompaño proyectos de movilidad internacional con jóvenes de diversos contextos. Lo que más valoro de este trabajo es ver cómo, a través del intercambio cultural, surgen procesos de autoconocimiento y construcción colectiva. Tengo claro que quiero seguir trabajando por una sociedad donde las oportunidades no estén determinadas por el lugar de origen, el género o la situación económica. Creo firmemente en el poder de los vínculos humanos, del conocimiento aplicado y de los espacios cercanos como motores de cambio real y duradero.