Hace aproximadamente un mes, los grupos de ALMA partieron rumbo a Lisboa (Portugal) y Brescia (Italia).
Durante más de dos meses, los participantes desarrollaron su formación en lo que fue la fase de preparación, que abarcó aspectos culturales, socioemocionales, lingüísticos y grupales. Además de los cursos lingüísticos de italiano o portugués, según el destino, se desarrollaron talleres sobre diversidad, identidad y comunicación intercultural. A través de dinámicas y reflexiones, conocieron y aprendieron a mirar el mundo desde una perspectiva empática y respetuosa.
También se ofrecieron espacios de acompañamiento emocional – tanto individuales como grupales- especialmente pensados para quienes viajaban por primera vez o pasarían un largo tiempo lejos de casa. Estos encuentros les ayudaron a gestionar sus emociones, fortalecer la confianza y prepararse con más seguridad.
Los aspectos importantes en los que se hizo énfasis durante las sesiones fueron la comunicación efectiva, la responsabilidad, la autonomía, el trabajo en equipo, entre otras. Habilidades que no sólo mejoran la experiencia, sino que también son valoradas en el mundo laboral y contribuyen a la empleabilidad futura.
Hoy, ya instalados en Lisboa y Brescia, los chicos se encuentran realizando sus prácticas, creciendo personal y profesionalmente. Deseamos que todo siga yendo muy bien como hasta ahora.
Actualmente, nos encontramos acompañando a un nuevo grupo que se está preparando para viajar a Irlanda. Continuamos con el mismo entusiasmo que con los anteriores grupos, pero contamos con que este nuevo grupo también transita su propio proceso de aprendizaje y transformación. Cada grupo es distinto, y cada persona vive la experiencia a su ritmo. Y eso es, justamente, lo que hace única esta etapa de preparación.